"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él."
Juan 3:16-17
Esta no es la temporada de buscar a un viejo alegre vestido de rojo, sino a un Rey majestuoso sobre un caballo blanco. Tras su orden, el mar devolverá a los muertos, el diablo renunciará a su búsqueda, los reyes y las reinas entregarán sus coronas, los corazones rotos rendirán su desesperación y los hijos de Dios elevarán su adoración.
Sabio es el santo que busca como Simeón. Si supieras que Jesús regresa mañana, ¿cómo te sentirías hoy? ¿Ansioso, con miedo, desprevenido? Si es así, puedes atender tus temores poniendo tu confianza en Cristo. Si tu respuesta incluye palabras como feliz, aliviado y emocionado, aférrate a tu gozo. El cielo es la respuesta de Dios para cualquier sufrimiento que puedas enfrentar.
Si supieras que Jesús regresa mañana, ¿qué harías hoy? ¡Entonces hazlo! Vive de tal manera que no tengas que cambiar tus planes.
Nuestra hija perdió un bebé durante el tiempo de Adviento. Sin embargo, al año siguiente la tristeza fue reemplazada con alegría. La Navidad trajo la emoción de un embarazo saludable.
De hecho, tan saludable que Jenna nos asignó a todos una tarea. Ella estaba en la etapa del embarazo en que el bebé está desarrollando su sentido de audición. Así que le pidió a toda la familia que grabara algún mensaje que ella pudiera ponerle a su hija todavía por nacer.
¿Quién podría pasar por alto una oportunidad como esa? Me retiré a una esquina en silencio y grabé este mensaje de bienvenida.
Amada, amada bebé. Estamos locos por darte la bienvenida a este mundo. Te estamos esperando. Tus padres han preparado un lugar para ti. Tienes abuelos, tías y tíos listos para colmarte de amor. No podemos esperar para amarte y mostrarte tu nuevo y maravilloso hogar.
¡No fue hasta que terminé que me di cuenta de que esa es la invitación que Dios nos hace! Él ha preparado un lugar. Él tiene una familia para amarnos. Y tiene un mundo nuevo y maravilloso que mostrarnos. ¿Quién sabe? Este podría ser el día de nuestro parto.