«Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza . . .» (Isaías 30:15).
«Endulzado en el desierto». Era solo un anuncio en una venta de frutas al borde del camino. ¡Pero el pomelo dorado que anunciaba adquiría un nuevo valor! Y así sucederá con cualquier vida que sigue la fórmula dada por el Maestro: «Vengan conmigo ustedes solos a un lugar tranquilo y descansen un poco».
Fue en la soledad de los lugares desiertos que algunos de los profetas más poderosos del Antiguo Testamento recibieron su mensaje: «Así dice el Señor». En el desierto, Jesús se enfrentó con la tentación y la venció. ¡Después de tres años de retiro en el desierto, Pablo salió para ser el misionero más grande de todos los tiempos!
«¡Endulzado en el desierto!». Un lugar tranquilo al comienzo y al final del día. Una «pequeña capilla de silencio», «donde, aunque los pies puedan unirse al gentío, el alma puede entrar y orar». Sol y silencio, sinónimos de desierto. Que puedan traer los dones especiales de la calma, el valor y la confianza ¡porque hemos acudido a nuestra cita con Cristo en estos momentos de devoción!
—Seleccionado
El camino hacia la tierra prometida del poder espiritual siempre conduce a través de lugares desiertos donde hay una oportunidad de escuchar «la voz suave y apacible».
—Glenn Randall Phillips

