Principios Para tu Esperanza
Hoy quiero compartirte algo que aprendí del pastor Jorge Lozano, son Principios para tu Esperanza.
A lo largo de tu vida, ¿alguien te ha desilusionado? ¿Has perdido la esperanza a causa de ello? Dios anhela una iglesia que no se desilusione con nada ni con nadie. Para ello es necesario que:
• Nunca pongas tu esperanza en las palabras de la gente, sino en la Palabra de Dios.
• Tu esperanza no debe estar donde te pone la gente, sino donde te pone Dios. En un ambiente donde vemos “apóstoles y profetas” por todas partes, deja que los títulos te los ponga Dios.
• No pongas tu esperanza en lo que la gente ve, sino en la visión que Dios te dio.
• Tampoco pongas tu esperanza en las circunstancias, sino sólo en Dios.
• Nunca pongas tu esperanza en lo que sientes, sino en tu experiencia con Dios, pues la emoción dura un momento, pero Jesús existe para siempre.
Aunque pases momentos de duda y desilusión, recuerda la experiencia que has tenido con Dios, trae a tu memoria lo que Él hizo por ti.
El autor de la carta a los Hebreos les recordó esto mismo a los creyentes: "Recuerden todas las dificultades y los sufrimientos por los que ustedes pasaron al principio, cuando aceptaron la buena noticia.
A pesar de eso, nunca dejaron de confiar. A muchos de ustedes sus enemigos los insultaron y los maltrataron delante de la gente, y en otras ocasiones ustedes sufrieron con quienes eran tratados así.
También tuvieron ustedes compasión de los que estaban en la cárcel, y con alegría dejaron que las autoridades les quitaran sus pertenencias, porque sabían que en el cielo tienen algo mucho mejor y más duradero.
Por eso, no dejen de confiar en Dios, porque sólo así recibirán un gran premio. Sean fuertes, y por ningún motivo dejen de confiar en él cuando estén sufriendo, para que así puedan hacer lo que Dios quiere y reciban lo que él les ha prometido. Pues Dios dice en la Biblia:
«Muy pronto llegará
el que tiene que venir.
¡Ya no tarda!
»Los que me son fieles en todo
y confían en mí
vivirán para siempre.
Pero si dejan de serme fieles,
no estaré contento con ellos.»
Gracias a Dios, nosotros no somos de los que dejan de ser fieles y acaban siendo castigados, sino que somos de los que reciben la salvación por confiar en Dios". Hebreos 10:32-39 (TLA)