«El SEÑOR recorre con su mirada toda la tierra, y está listo para ayudar a quienes le son fieles. Pero de ahora en adelante tendrás guerras, pues actuaste como un necio» (2 Crónicas 16:9).
Dios está buscando hombres y mujeres cuyos corazones estén firmes en él y que confíen siempre en todo lo que él desee hacer con sus vidas. Dios está listo y ansioso para trabajar más poderosamente que nunca a través de su pueblo, y el reloj de los siglos está dando onceava hora.
El mundo está observando y esperando ver lo que Dios puede hacer a través de las vidas comprometidas con él. Y no solo es el mundo el que está esperando, sino que Dios mismo espera ver quién será la persona más completamente dedicada:
dispuesta a ser nada para que Cristo lo sea todo; aceptando plenamente los propósitos de Dios como propios; recibiendo la humildad, la fe, el amor y el poder de Cristo; nunca estorbando el plan de Dios sino siempre dejándole continuar su obra milagrosa.
—C. H. P.
No hay límites en lo que Dios puede hacer a través de usted, siempre que usted no busque su propia gloria.
George Mueller, con más de noventa años de edad, en un mensaje pronunciado a ministros y otros obreros cristianos, dijo:
«Yo me convertí en noviembre de 1825, pero no vine al punto de rendir totalmente mi corazón hasta cuatro años más tarde, en julio de 1829: Fue entonces cuando me di cuenta de que mi amor por el dinero, la prominencia, la posición, el poder y el placer mundano se habían ido.
Dios, y solo él, llegó a ser mi todo en todo. En él encontré todo lo que necesitaba y no deseé nada más. Por la gracia de Dios, mi comprensión de su suficiencia se ha mantenido hasta este día, haciéndome un hombre extremadamente feliz, preocupado solo por las cosas de Dios.»
—Seleccionado
Mi oración hoy es que Dios pueda hacer de mí un cristiano extraordinario.