«Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará» (Salmos 37:5).
El sentido literal de este versículo es: «Deja que tu camino pase por Jehová y confía en él, porque él actúa». Esto trae nuestra atención a la inmediatez de la acción de Dios una vez que nos comprometemos, o «dejamos» las cargas de cualquier tipo en sus manos. Sean estas de dolor, de dificultades, de necesidades físicas o una preocupación por la salvación de algún ser querido, «él actúa».
¿Cuándo lo hace? «Él está actuando ahora». Nosotros nos comportamos como si Dios no aceptara inmediatamente nuestra confianza en él y por lo tanto, se tardara en concedernos lo que le hemos pedido que haga. No entendemos que «él actúa» en la medida que nos comprometemos. «¡Él actúa ahora!». Alabado sea el Señor porque esto es verdad.
Nuestra esperanza de que él actúe es lo que permite al Espíritu Santo llevar a cabo lo que hemos dejado para que él haga. Esto está más allá de nuestra capacidad de comprensión, por lo que no podemos tratar de hacerlo por nosotros mismos. «¡Él lo hace!». Consuélese en esto y no vuelva a intentarlo por usted mismo.
Es un gran alivio saber que él realmente actúa en medio de nuestras dificultades.
Y cuando alguien le diga: «Pero yo no veo ningún resultado», no le preste atención.
Si usted le ha entregado sus cargas a él y «[fija] la mirada en Jesús», (Hebreos 12:2) él actúa. Es posible que su fe sea probada, pero «él actúa». ¡Su Palabra es verdad!
—V. H. F.
El Señor seguirá adelante con sus promesas del pacto. Lo que sea que tome en sus manos lo hará. Por lo tanto, sus misericordias pasadas son una garantía para el futuro y razones más que suficientes para seguir clamando a él.
—Charles H. Spurgeon