EL LLAMADO A SERVIR | Devocional Diario
"Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará"
Juan 12:26
De regreso, luego de dar unos minutos de alegría y disfrute con juguetes de peluche, golosinas y otros regalitos, a pacientes de un hospital psiquiátrico, se siente el agrado de haber servido.
No resolvemos el problema pero aportamos la humanidad, la compasión, la alegría espontanea, el amor de Jesús. Y eso lo perciben tanto pacientes como funcionarios.
Servir, más que un deber, es una vocación, un llamado del Señor a todo cristiano, de la Iglesia que sea.
Servir es entregar lo que Dios nos ha dado:
"Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia." (San Mateo 10:8)
Servir es seguir los pasos del Maestro y hacer como Él:
"y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; / como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos". (Mateo 20:27,28)
Servir es cumplir el mayor mandamiento de Dios:
"Porque vosotros, hermanos, a libertad habéis sido llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. / Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo." (Gálatas 5:13,14)
El prójimo está cerca de usted, es ese próximo: un vecino enfermo, un amigo solo, un familiar en problemas, un compañero en crisis familiar, etc. Alguien con necesidad de compañía, comprensión, amistad, ayuda... necesita de usted. Sírvalo con el amor de Jesús.