«Cuando estaba a solas con sus discípulos, les explicaba todo» (Marcos 4:34).
Tal vez Dios, en su trato con usted, no le explique muchas cosas que lo dejan perplejo, pero si se ve siempre a sí mismo como su esclavo de amor, él despertará en usted un amor celoso y le concederá muchas bendiciones que solo reciben los que tienen intimidad con él.
Yo todavía puedo creer que viene un día para todos, no importa lo lejos que esté, cuando entenderemos; cuando estas tragedias que a nuestros ojos oscurecen y ennegrecen hasta el ambiente celestial, volverán a tomar su lugar en un plan tan augusto, tan magnífico, tan jubiloso, que reiremos de admiración y de gozo.
—Arthur Christopher Benson