«Y dijo Dios: ¡Que las aguas debajo del cielo se reúnan en un solo lugar, y que aparezca lo seco! Y así sucedió»
Génesis 1:9
Orar «a través de algo» se puede definir como «orar en total fe hasta el punto de tener la seguridad mientras se está orando de que la oración ha sido oída y aceptada y, con la más segura confianza, dar por un hecho, antes que llegue, la respuesta a lo que se ha pedido».
Recordemos que no hay circunstancia humana que pueda impedir el cumplimiento de la Palabra de Dios. Debemos poner firmemente la mirada en su Palabra inmutable y no en la incertidumbre de este mundo cambiante.
Dios quiere que creamos su Palabra sin otra evidencia, y entonces él estará listo para hacer por nosotros «conforme a [nuestra] fe» (Mateo 9:29).
Una vez que su Palabra ha pasado,
Cuando él ha dicho, «lo haré» (Hebreos 13:5).
Las cosas vendrán al fin;
Dios aun cumple su promesa (2 Corintios 1:20).
Las oraciones de la era pentecostal se hacían con una fe tan sencilla que eran como hacer efectivo un cheque.
—Robert Anderson
Nadie consigue tanto en tan poco tiempo como cuando ora. Y los siguientes pensamientos se alinean bien con todo lo que el Señor Jesucristo enseñó sobre la oración: si solo un creyente con una fe absoluta se levanta, la historia del mundo será diferente.
¿Será usted ese creyente, sometiéndose a la soberanía y la dirección de Dios nuestro Padre?
—A. E. McAdam
«Y dijo Dios… Y así sucedió» (Génesis 1:9).