«¡Miren que viene en las nubes!» Devocional diario en Apocalipsis 1:7
La exclamación es sorprendente. La palabra griega que se traduce como «miren» se usa para llamar la atención con rapidez a algún espectáculo sorprendente que de repente se presente ante la vista; es como si uno dijera en cuanto a algo grandioso que apareciera en los cielos ante los ojos de todos: «¡Miren el meteoro!».
De repente en medio del cielo, en menos de un segundo, Dios presenta la visión más estupenda que ojos humanos hayan contemplado jamás: el esplendor refulgente, deslumbrante, sobrecogedor de la venida personal del Señor Jesucristo en su gloria.
La tierra mira y se estremece al experimentar el primer momento extático de su liberación de la esclavitud de la corrupción y su entrada a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Los ángeles miran y claman: «Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo».
Los reyes y los príncipes del mundo miran y claman pidiendo a las rocas y a los montes que caigan sobre ellos y los escondan de la presencia de Dios.
El anticristo mira y cae paralizado e inútil ante el aliento de su boca y la gloria de su venida. Las naciones de la tierra miran y hacen lamentación por él.
¡Mire!
Estudiemos nosotros este cuadro como la Escritura lo describe. Porque desde que los cielos fueron extendidos por la mano omnipotente de Dios en las edades pasadas, nunca su bóveda azul ha sido escena de semejante espectáculo que ahora inunda con su gloria.
—James H. McConkey