Un Arca de Salvación
Como el Señor quería preservar la mayor cantidad de especies, encargó a Noé que capturase, trasladara y guardara en el arca una pareja de cada una...
Un Arca de Salvación
"Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán. / De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida."
Génesis 6:19,20
Es indudable que el diluvio universal iba a aniquilar, además de los seres humanos, a las especies animales. Barrería con los nidos de las aves de distintos tamaños; anegaría madrigueras, cuevas y quebradas, ahogando rebaños, manadas y toda agrupación de bestias salvajes y domésticas; arrasando con todo tipo de reptiles.
Como el Señor quería preservar la mayor cantidad de especies, encargó a Noé que capturase, trasladara y guardara en el arca una pareja de cada una para que se reprodujeran y poblaran nuevamente la Tierra.
Tanto la construcción del barco, su habilitación para mantener con vida a los animales como el traslado de éstos al arca, era una tarea titánica. Tan sólo la construcción de la embarcación implicaba talar bosques, trasladar la madera e ir uniendo vigas y piezas para formar la estructura. Es indudable que todo ello tomó mucho tiempo.
Quizás a los ojos de los compatriotas de Noé era algo ilógico la construcción de un barco y menos pensar en un diluvio en una zona de clima seco. Pero esa acción perseverante de este hombre y su familia era un testimonio de fe y obediencia a Dios.
Del mismo modo hoy construimos comunidad, plantamos cenáculos, nos unimos a orar, comunicamos el Evangelio, predicamos la Palabra de Dios, ayudamos al necesitado, hacemos discípulos, aunque gran parte del mundo se burle y no crea, levantamos el testimonio de esta verdadera arca de salvación que es la Iglesia.