La Simiente Santa
Pregunta horrorizado Isaías ¿Hasta cuándo, Señor?, por cuánto tiempo se prolongará el dolor para el pueblo; por cuanto tiempo deberá predicar al pueblo ese mensaje de juicio. Mas había una esperanza: un remanente fiel del pueblo se salvaría.
La Simiente Santa
"Y yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y respondió él: Hasta que las ciudades estén asoladas y sin morador, y no haya hombre en las casas, y la tierra esté hecha un desierto; hasta que Jehová haya echado lejos a los hombres, y multiplicado los lugares abandonados en medio de la tierra. Y si quedare aún en ella la décima parte, esta volverá a ser destruida; pero como el roble y la encina, que al ser cortados aún queda el tronco, así será el tronco, la simiente santa."
Isaías 6:11-13
Pregunta horrorizado Isaías "¿Hasta cuándo, Señor?", por cuánto tiempo se prolongará el dolor para el pueblo; por cuanto tiempo deberá predicar al pueblo ese mensaje de juicio.
La respuesta de Dios es terrible: hasta que las ciudades queden asoladas y el pueblo vaya al exilio, hasta la total destrucción. La profecía se cumplió con la ocupación del Imperio Babilónico y la deportación de los judios el año 586 a.C.
Mas había una esperanza: un remanente fiel del pueblo se salvaría. Era la "simiente santa", aquella por la que vendría a nacer el Mesías que redimiría a la Humanidad, la tribu de Judá. Pero esos eran apenas el 10 por ciento:
"Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio." (Hebreos 7:14)
Siempre hay en una congregación personas que son movidas a asistir por diferentes motivaciones, las que no son precisamente espirituales; están los inestables, inseguros en su fe, débiles y volubles, que fácilmente dejan de asistir o se cambian de Iglesia;
los críticos, negativos, que no aplican el amor en su relación con los hermanos en la fe; los que asisten por obligación, tradición familiar, interés o aburrimiento;
pero también están los que escuchan con atención, interés, humildad y creen a la Palabra de Dios. Estos últimos son apenas el 10 por ciento, el pequeño remanente fiel al cual el Señor premiará con Su gloria. ¿En qué grupo de creyentes se encuentra usted?