Aférrate a Cristo
La muerte es el gran problema de los seres humanos. Amamos la vida, estamos hechos para vivir y el cese de nuestra vida nos asusta; la muerte de nuestros seres amados nos angustia y la partida de los amigos nos conmueve.
AFÉRRATE A CRISTO
sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. Romanos 6:9
La muerte es el gran problema de los seres humanos. Amamos la vida, estamos hechos para vivir y el cese de nuestra vida nos asusta; la muerte de nuestros seres amados nos angustia y la partida de los amigos nos conmueve. Hasta el deceso de una mascota nos llena de dolor. Todo esto porque nos apegamos a la vida y no aceptamos la muerte.
Es que en realidad jamás estuvo en el propósito de Dios la destrucción del ser humano. Él no creó a Adán y Eva para que muriesen. El Creador es dador de vida y no de muerte. La Biblia explica que:
"Como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron." (Romanos 5:12)
La muerte física se produce por envejecimiento, enfermedad, accidente, asesinato o suicidio. Pero si indagamos más profundo nos daremos cuenta que a la base está el pecado, la desobediencia a Dios.
Mas Dios ama a Su creación, especialmente a este ser que puede sentir y pensar como Él, este ser llamado humano con el que siempre quiso tener una amistad. Y con ese amor tan grande por nosotros planificó la resurrección del Hombre, enviando a Su Hijo Jesucristo.
Este, siendo Dios, nació como hombre, vivió como hombre y murió como hombre, pero además resucitó en forma de hombre-Dios. Jesucristo "ya no muere, la muerte no se enseñorea más de él."
Si usted cree en Jesucristo y se abraza a Él, le llevará Consigo a la eternidad, porque Él mismo dijo: ". Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá." (Juan 11:25)