Dedicate a Animar mas que a Criticar
Siempre es más fácil eludir el compromiso y hacerse a un lado para disparar dardos contra los que trabajan, que participar y hacer una contribución.
Dios nos advierte una y otra vez que no debemos criticarnos, compararnos ni juzgarnos unos a otros. (Romanos 14:13; Stg.4:11; Ef. 4:29; Mt. 5:9; Stg. 5:9)
Cuando criticas lo que otro creyente está haciendo con fe y convicción sincera, interfieres en los asuntos de Dios:
<< ¿Qué derecho tienes de criticar a los siervos de otro? Sólo su Señor puede decidir si están haciendo lo correcto>>. (Romanos 14.4). (PAR).
Pablo agrega que no debemos juzgar o despreciar a otros creyentes cuyas convicciones son diferentes a la nuestra:
<< ¿Por qué criticas las acciones de tu hermano, por qué intentas empequeñecerlo? Todos seremos juzgados un día, no por las normas de otros, ni siquiera por las nuestras, sino por el juicio de Dios>> (Romanos 14:10)
Cuando juzgo a otro creyente, pasan cuatro cosas al instante: pierdo mi comunión con Dios, saco a relucir mi propio orgullo e inseguridad, me coloco bajo el juicio de Dios y daño la comunión de la iglesia. Un espíritu de censura es un vicio costoso.
La Biblia Llama a Satanás <
El trabajo del diablo consiste en culpar, quejarse y criticar a los miembros de la familia de Dios.
Todo el tiempo que pasamos haciendo lo mismo, es porque hemos sido embaucados y estamos haciendo el trabajo por Satanás. Recuerda que los otros cristianos, no importa cuánto discrepes de ellos, no son el verdadero enemigo.
Todo el tiempo que pasamos comparando o criticando a los otros hermanos debería ser utilizado para construir la unidad de nuestra comunidad. La escritura dice: <