Oración para Aceptar a Jesús como nuestro Salvador
Señor Jesús, vengo ante Ti con humildad y arrepentimiento, y comprendo que no hay forma de que yo pueda pagar por mis pecados ni ganarme el camino hacia una relación con Dios.
Oración para Aceptar a Jesús como nuestro Salvador | Oraciones Diarias por Charles Stanley
Si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo. Romanos 10:9
Señor Jesús, vengo ante Ti con humildad y arrepentimiento, y comprendo que no hay forma de que yo pueda pagar por mis pecados ni ganarme el camino hacia una relación con Dios. Entiendo que mis buenas obras nunca serán suficientes.
No obstante, dices en Tu Palabra que me ofreces la salvación como un don de gracia que puedo aceptar por fe (Efesios 2:8-9). Por lo tanto, Señor Jesús, por fe acepto Tu muerte en la cruz como el pago suficiente por mis pecados y el camino para reconciliarme con el Padre.
Señor, confieso que he quebrantado Tus santas leyes y no cumplo con los propósitos para los cuales me creaste. Perdóname de mis pecados y sálvame de la separación eterna de Ti. Jesús, Te recibo como mi Salvador personal y Señor y confío completamente en la obra que has realizado una vez y para siempre en mi lugar mediante Tu muerte y resurrección.
Gracias, Jesús, por permitirme conocerte y por tener vida eterna. Gracias por salvarme, aceptarme y adoptarme en Tu familia. Gracias por darme el Espíritu Santo para que more en mí, me guíe en Tu verdad y me selle para el día de la redención.
Jesús, ayúdame a vivir una relación personal e íntima contigo a partir de ahora y a confesarte como mi Señor al obedecer lo que pidas. Dame la fortaleza, la sabiduría y la determinación para caminar en el centro de Tu voluntad desde ahora en adelante. Gracias por escuchar mis oraciones y por amarme incondicionalmente.
En el nombre de Jesús, te lo pido. Amén.
ANOTA TU DECISIÓN
Si acabas de aceptar a Jesús como tu Salvador, anota tu decisión para que nunca dudes de que Jesús verdaderamente te ha dado la vida eterna y un hogar en el cielo para siempre:
Yo, [nombre] , acepté a Jesús como mi Salvador y Señor
el [fecha] y nada me podrá separar nunca más
de Su amor (Romanos 8:38-39).