El Camino de los Piadosos es el Mejor
Moisés tenía pasión y fuertes deseos, era tenaz y atrevido; pero, como nosotros, también cometió errores. Quiso hacer algo para cambiar sus circunstancias, y no quiso esperar. Eso demostró ser una mala decisión.
El Camino de los Piadosos es el Mejor
El salmista escribió que Dios «sus caminos notificó a Moisés» (Sal.103.7). El Dios omnisciente, omnipresente y omnipotente del universo se reveló a sí mismo a un hombre: alguien que era muy parecido a usted y a mí.
Moisés tenía pasión y fuertes deseos, era tenaz y atrevido; pero, como nosotros, también cometió errores. Cuando vio que el pueblo de Dios era maltratado, quiso hacer algo para cambiar sus circunstancias, y no quiso esperar. Eso demostró ser una mala decisión.
Hace años, tuvimos una vacante en nuestro personal de First Baptist Atlanta que había que cubrir. El puesto había estado abierto durante meses, y aunque hicimos entrevistas a varias personas, nadie parecía ser la adecuada. Finalmente, un amigo que era también pastor me llamó y me dio el nombre de un hombre quien él pensaba que sería un candidato ideal.
Concerté una cita con ese hombre, pero después, tras haber hablado, yo no estaba convencido de que fuera el indicado; de hecho, sentí que el Espíritu de Dios me advertía que no lo contratara. Mi equipo opinaba de modo diferente, y parecía que todos sentían que era el indicado.
Me sorprendió la manera en que todos le aceptaron, así que reconsideré mi primera impresión. Cuando lo conocí, ¿estaba teniendo yo un mal día? ¿Había algún rasgo personal de él que no me gustaba? Cuando oré, no pude encontrar ninguna razón para no contratarlo: simplemente tenía ese profundo e interno sentir que creía que venía de Dios, advirtiéndome que no lo hiciera.
Tras varias semanas más, la presión de contratar a alguien para el puesto se acrecentó, y accedí a las peticiones de los demás. Contraté a esa persona pero tuve que despedirlo un año después. Probablemente usted habrá experimentado alguna situación similar. Quizá le pidieron que participara en algún evento en particular, y en su interior podía sentir a Dios diciéndole: No lo hagas. No es lo mejor para ti.
Dios podía haber actuado de alguna manera importante para detenerme y no dejar que contratara a esa persona, pero Él me permitió pasar por ese tiempo de indecisión, el cual terminó con mi mala decisión, para poder enseñarme más sobre sus caminos.
Sus caminos incluyen no sólo sus actos y sus obras, sino también cómo piensa Dios y lo que le motiva. Normalmente, cuando estamos aprendiendo más de Él, tenemos que ignorar el consejo de otros.
Ese no siempre es el caso, y muchas oportunidades que Él nos pone delante requieren que estemos a solas con Él en oración. Para hacerlo, podemos apartar tiempo para buscar su voluntad, aunque hay otro aspecto de estar a solas con Él, y es este: podemos estar en una habitación llena de gente y a la vez mantener un enfoque de paz y disposición a obedecer a Dios.
Moisés pasó años en el desierto aprendiendo a vivir una vida solitaria. Había otros a su alrededor, pero no las muchedumbres de Egipto a las que estaba acostumbrado. Hasta que aprendamos a permanecer en Cristo, nuestras vidas estarán marcadas por momentos de decisiones mal orquestadas.
En esta situación, yo sabía qué era lo correcto, pero me dejé llevar por otros que estaban convencidos de lo que era lo mejor. Nunca comprometa sus convicciones; aunque sea usted la última persona que quede, manténgase fiel a lo que Dios le haya mandado hacer. El camino de Él es el mejor.
Él raramente descubre su plan completo, si es que alguna vez lo hace, antes de pedirle que avance confiando en Él. En esa situación en particular, habíamos entrevistado a mucha gente, y la tentación de "ocupar el puesto" nos costó cara.
Aunque estoy seguro que Moisés tenía muchas características innatas, la paciencia probablemente no era uno de sus puntos fuertes. Sin embargo, las dos cosas que ganaron el favor de Dios fueron el deseo de Moisés de acercarse a la zarza ardiente y luego su obediencia a la voluntad del Señor.
Él está atento a nuestras reacciones cuando afrontamos un reto, recibimos buenas noticias o tenemos la oportunidad de avanzar sin su guía. Descubrir los caminos de Dios y cómo afectan a nuestras vidas es una entrada para conocer su voluntad y su plan.