Nunca Tome El Consejo Que Le Dan Sus Temores
Los temores mienten y pueden impedir que vayamos al lugar en el que podríamos ganar. Siempre hay dos voces que suenan en nuestros oídos — la voz del temor y la voz de la fe.
Nunca Tome El Consejo Que Le Dan Sus Temores. Predicas de John Mason
"Porque no habéis recibido el espíritu de aservidumbre para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!" Romanos 8:15
La preocupación parece ser el pecado que la mayor parte de las personas no temen cometer. Solíamos temer a Dios. Ahora le tememos a todo lo demás. Nicholas Berdyaev dice: «El primer deber espiritual del hombre es la victoria sobre el temor».
Los temores, al igual que los bebés, se hacen más grandes cuando se les nutre. El temor quiere crecer con más rapidez que los adolescentes.
Disraeli dice: «Nada en la vida es más notable que la innecesaria ansiedad que soportamos y que generalmente creamos nosotros mismos». Debemos actuar a pesar del temor… no debido a él.Si usted teme ponerse a la altura de las circunstancias, nunca va a hacer nada notable.
La hermana Mary Tricky dijo: «El temor es fe que no funciona». La Biblia dice en el libro de los salmos: «Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos». No tema porque Dios está con usted. Él nunca lo dejará solo para que enfrente los desafíos.
Lucy Montgomery dijo: «Solo parece que está haciendo algo cuando se preocupa». La preocupación no ayuda a los problemas de mañana, pero arruina la felicidad de hoy. «Un día que se pasa preocupándose cansa más que un día de trabajo» (John Lubbock).
Cuando usted se preocupa por el futuro, muy pronto no habrá futuro por el que preocuparse. No importa lo mucho que una persona le tema al futuro, por lo general quiere estar allí para verlo. La verdad es que más personas se preocupan por el futuro que las que se preparan para él.
Nunca se preocupe hasta que la preocupación lo perturbe. Arthur Roche dijo: «La preocupación es una corriente fina de temor que gotea en la mente. Si se alienta, corta un canal a través del cual todos los otros pensamientos desaparecen». En cambio, siga el consejo del doctor Rob Gilbert: «No es malo sentir que se le ponen los nervios de punta. Simplemente no deje que eso lo paralice».
Solo su mente puede producir temor. Jesús dijo: «¿Quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?» Elegimos nuestros gozos y nuestros temores mucho antes de experimentarlos.
Estoy de acuerdo con Helen Keller: «Me da un sentimiento profundo y consolador saber que las cosas que se ven son temporales y que las que no se ven son eternas».
George Porter dijo: «Siempre esté alerta en cuanto a su imaginación. Cuántos leones crea en nuestro camino, y con cuánta facilidad. Y sufrimos mucho si no nos volvemos sordos a sus cuentos y sugerencias».
La preocupación nunca arregla nada. Shakespeare escribió:«Nuestras dudas son traidores, y nos hacen perder lo que a menudo podríamos ganar, por temor a intentar».
Emanuel Celler dice: «No se remangue los pantalones hasta que llegue al agua».
«Si está afligido por algo externo, el dolor no se debe a esa cosa en sí misma, sino a su estimado de ella, y usted tiene el poder de revocar eso en cualquier momento» (Marco Aurelio).
Los temores mienten y pueden impedir que vayamos al lugar en el que podríamos ganar. Siempre hay dos voces que suenan en nuestros oídos — la voz del temor y la voz de la fe.
Una es el clamor de los sentidos; la otra es el susurro de Dios. Nunca deje que sus temores le roben y le impidan perseguir su sueño.