Viva en la autoridad de la Palabra de Dios
El cuerpo de Cristo debe comenzar a vivir la autoridad de la Palabra, porque la Palabra de Dios es poder creador. Conoce los principios de fe para cambiar la manera de vivir
Principios de fe para cambiar la manera de vivir
Dios me dijo: Mi Palabra no ha perdido su poder porque haya sido hablada una vez. Todavía hoy es igualmente poderosa, como cuando dije: “Hágase la luz”.
El cuerpo de Cristo debe comenzar a vivir la autoridad de la Palabra, porque la Palabra de Dios es poder creador. Poder creador producido por el corazón, formado por la lengua y salido de la boca en forma de palabras.
En agosto de 1973 la Palabra del Señor llegó a mí diciendo: "Si los hombres me creyeran, las oraciones largas no serían necesarias, el solo hablar la Palabra traería lo deseado. Mi poder creador es dado al hombre en forma de palabras. Por un tiempo he cesado mi obra, y le he dado al hombre el libro de mi poder creador; ese poder todavía está en mi Palabra.
Para que sea efectiva debe hablarse en fe. Jesús la habló cuando estuvo en la Tierra, y como obró entonces, obrará ahora. Pero debe ser hablada por el cuerpo. El hombre debe levantarse y tener dominio con sus palabras sobre el poder del mal. Mi mayor deseo es que mi pueblo adquiera una vida mejor mediante la palabra hablada, porque mi palabra no ha perdido su poder porque haya sido hablada una vez. Todavía hoy es igualmente poderosa, como cuando dije: 'Hagase la luz'. "Pero para que mi Palabra sea efectiva, los hombres deben hablarla, y ese poder creador vendrá a realizar lo que se ha hablado en fe. "Mi Palabra no está vacía de poder. "Mi pueblo está sin habla. Escucha al mundo y habla como el mundo. Al observar las circunstancias han perdido de vista mi Palabra. Aun habla lo que el enemigo dice, y él destruye su herencia con expresiones corrompidas por el temor y la incredulidad. "Ninguna de las palabras está sin poder; únicamente están sin poder cuando no han sido habladas. Así como hay poder creador en mi palabra hablada, hay poder malo en las palabras del enemigo para afectar y oprimir a cualquiera que las hable. "No os conforméis, sino transformaos en el cuerpo de la fe, sabiendo que mi palabra vive para siempre. Créela, háblala, y haz que tu gozo se cumpla. Así estarás completo en mí." Desde que esas verdades cambiaron mi vida, nunca he sido el mismo. Usted tampoco será el mismo después de aprender los principios de fe de Marcos 11:23-24; de Mateo 17:20 y del Salmo 107:2; su confesión estará junto a la Palabra de Dios. Habrá aprendido a utilizar, por la palabra hablada, el poder de Dios que hay en usted. Confiese victoria ante alguna aparente derrota. Confiese abundancia ante aparentes carencias. Quiza mientras usted lee estas líneas pueda haber necesidades apremiantes, pero nuestro Dios es poderoso y Él lo librará. Suplirá todas sus necesidades según sus riquezas en gloria, por Cristo Jesús, quien es la Palabra de Dios. Tomado del libro: La fuerza espiritual de la confesión Editorial Peniel