Las piedras para construir la casa del Señor eran labradas en la misma cantera. El apóstol Pedro dice que los cristianos somos semejantes a piedras con las cuales Dios levanta Su Iglesia. 1 Reyes 6:7
CONFÍA EN MÍ, dejando el control en mis manos. Mantente quieto y reconoce que yo soy Dios. Este es mi mundo: Yo lo hice y yo lo controlo. Cuando vuelvas a presentarme tus peticiones, sigue dando gracias por las respuestas que vienen en camino. Salmos 46:10
Entendamos que esta experiencia no es la salvación de Isaías sino la purificación, limpieza y preparación de su alma para el ministerio profético. La visión que ha tenido el profeta le ha quebrantado y producido gran dolor, pero ha sido para arrepentimiento.
Cuándo Cristo vino a mi corazón mi vida entera cambió. Su paz y su amor alejaron de mí las dudas, las sombras y el temor. Mi vida comenzó cuando Jesús llegó. Qué lindo es haber dicho sí a Jesús cuando nos llamó.