Nuestra Libertad Bajo la Gracia
Dios nos ama y nos deja en libertad. Nos dá de Su Gracia, pero es para que aprendamos a vivir la libertad en Cristo. Ahora en la Gracia tenemos que actuar libremente pero siguiendo Sus principios. Predica de Romanos 6:15
Nuestra Libertad Bajo la Gracia
UNA LIBERTAD RESPONSABLE
"¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera."
Romanos 6:15
Por el hecho de tener ahora el perdón de nuestros pecados y saber que en cualquier momento que pequemos podemos pedir perdón a Dios y obtener ese perdón, pues Jesucristo ha muerto por nosotros, algunos podrían abusar de ese principio y actuar relajadamente pecando sin consideración.
No es justo con nuestro Padre, que tanto nos ha amado, que no respetemos Su confianza y misericordia. Él tiene una gran comprensión de nuestra debilidad, conoce nuestra naturaleza humana ya que Él estuvo con nosotros y experimentó lo que es ser humano, vivió la tentación en el desierto a la que le sometió Satanás y quizás cuántas otras situaciones que el Evangelio no relata. Sus propios Apóstoles le invitaban a apartarse de su misión como cuando Pedro le dijo:
"Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres." (Mateo 16:22-23)
Estar bajo la Gracia no significa quedar a expensas de nuestras concupiscencias, de cualquier deseo carnal y estar libres para hacer lo que se nos venga en gana.
En cierto modo estamos viviendo como adolescentes y el Padre Celestial nos ha dado la libertad para que podamos ejercer la vida con cierta independencia, en el sentido de tomar decisiones y caminar responsablemente.
Pero siempre tendremos que hacerlo dentro del marco de la voluntad Divina. El adolescente a veces se desenmarca, se "descuadra" porque ya se siente adulto y entonces hace cosas que realmente no le favorecen y que no van con lo que aprendió de sus padres. Después deberá afrontar las consecuencias de sus actos.
Dios nos ama y nos deja en libertad. Nos dá de Su Gracia, pero es para que aprendamos a vivir la libertad en Cristo.
A través de la Ley conocemos los principios de Dios, lo que Él espera de nosotros. Ahora en la Gracia tenemos que actuar libremente pero siguiendo Sus principios. Cada vez que nos salimos de valores como la paciencia, la humildad, el amor, la misericordia, la justicia, el perdón, etc., cosechamos lo que corresponde, algo que no es favorable para nuestras vidas.
Dios nos dio la libertad para ejercer el ministerio del Evangelio; hemos sido llamados todos al desarrollo espiritual, a vivir la vida cristiana en forma intensa, profunda, seria, responsable. Hay un llamado para cada vida, un llamado que que debemos ejercer y para eso es la Gracia.
Por medio de la Ley solamente hay obligaciones y por medio de la Gracia esas obligaciones quizás son mayores porque Dios ya no nos trata como niños ni como esclavos sino como personas adultas, como amigos, como compañeros en Su obra y desea que nos desarrollemos plenamente hasta llegar a la plenitud de Cristo. Para eso es la libertad que hemos recibido en Cristo.