Las promesas de Dios son declaraciones divinas que se encuentran en las Sagradas Escrituras que garantizan el cumplimiento de algo en particular. Estas promesas pueden ser de diferentes tipos y abarcar diversos aspectos de la vida humana, como la salvación, la provisión, la protección, la sanidad, la paz, la sabiduría, la dirección, entre otros.
Las promesas de Dios son verdades eternas que nunca cambian. En la Biblia, encontramos muchas promesas de Dios que han sido cumplidas y muchas otras que aún están por ser cumplidas, pero podemos confiar en que se cumplirán tal como están escritas, porque Dios es fiel y no cambia.
Promesas de Dios en la Biblia sobre la Vida Nueva: 2 CORINTIOS 5:17 Si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!
Promesas de Dios en la Biblia sobre la Voluntad de Dios: 1 JUAN 2:17 El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Aunque las promesas de Dios son seguras y confiables, muchas veces están condicionadas a nuestra obediencia y fidelidad. En la Biblia, encontramos muchas promesas que están dirigidas a aquellos que buscan a Dios y obedecen sus mandamientos.
Las soluciones humanas son siempre externas: pedir un préstamo o re pactar la deuda; o acudir a un profesional experto en problemas sociales, legales, psicológicos o médicos
Las piedras para construir la casa del Señor eran labradas en la misma cantera. El apóstol Pedro dice que los cristianos somos semejantes a piedras con las cuales Dios levanta Su Iglesia. 1 Reyes 6:7
CONFÍA EN MÍ, dejando el control en mis manos. Mantente quieto y reconoce que yo soy Dios. Este es mi mundo: Yo lo hice y yo lo controlo. Cuando vuelvas a presentarme tus peticiones, sigue dando gracias por las respuestas que vienen en camino. Salmos 46:10
Entendamos que esta experiencia no es la salvación de Isaías sino la purificación, limpieza y preparación de su alma para el ministerio profético. La visión que ha tenido el profeta le ha quebrantado y producido gran dolor, pero ha sido para arrepentimiento.